Desde hace tiempo que quiero escribir algo sobre esto, ¿qué mejor momento que cuando tienes mil otras cosas que hacer?
Siempre me he auto-etiquetado como una persona con serios problemas de compromiso y no me refiero tan sólo en cuestión de relaciones amorosas. Varios ejemplos (y perdón si algunos se sienten aludidos, aunque lo dudo): Una semana y media en una relación, me sentí atrapada en un lugar donde no debería estar bajo ninguna circunstancia, terminé con el asunto. Dos semanas en un grupo de música con ideales serios, comenzaron los planes a largo plazo, salí corriendo despavorida. Entrenamientos intensivos para ir al panamericano de Hockey, se dio que por fechas ya no podía ir, nunca estuve tan feliz de tener una excusa para romper con mi compromiso. No vayamos tan lejos... pedirme confirmar algún plan de fin de semana y que el plan dependa de mí, me pone en una de las situaciones más incómodas de mi persona.
Simplemente soy una de esas personas que si no siente la libertad de escoger quién ser, dónde estar, con quién estar y qué hacer, en el preciso instante, se frustra. Todo esto, por la sensación de que tal vez algo mejor por hacer se presente, y mis manos y pies ya estén atados a algún otro compromiso. Aún así me pase meses de meses, deseando tener algo casi inalcanzable, el instante en que lo obtengo y se vuelve real, mi actitud cambia.
Sin embargo, después de años de pensar que en serio tenía cierto problema, me di cuenta que llevo en mi vida varios compromisos de los cuales nunca me he quejado. Comencemos por mi afición al teatro. Soy capaz de invertir horas, con un horario fluctuante, en donde nunca sé hasta donde podré 'perderme' de otros eventos, en ayudar a realizar ciertos montajes de teatro. Doy mi palabra de que estaré las horas necesarias, pase lo que pase. Un compromiso casi diría ciego. Algo parecido pasa cuando estoy en algún proceso musical propio, o cuando sé que tengo partidos de Hockey, o cuando trabajo en el verano mientras que mis amigos están seguramente divirtiéndose haciendo otras cosas por ahí.
Lo cual me lleva a pensar... ¿es lo que se llama falta de compromiso, simplemente una falta de agrado? ¿Podría ser, acaso, dejar de lado algo, romper compromisos, escaparte de algunos futuros, una manera en que uno separa lo que realmente le gusta de lo que, tal vez, no le agrade tanto?
Siempre me he auto-etiquetado como una persona con serios problemas de compromiso y no me refiero tan sólo en cuestión de relaciones amorosas. Varios ejemplos (y perdón si algunos se sienten aludidos, aunque lo dudo): Una semana y media en una relación, me sentí atrapada en un lugar donde no debería estar bajo ninguna circunstancia, terminé con el asunto. Dos semanas en un grupo de música con ideales serios, comenzaron los planes a largo plazo, salí corriendo despavorida. Entrenamientos intensivos para ir al panamericano de Hockey, se dio que por fechas ya no podía ir, nunca estuve tan feliz de tener una excusa para romper con mi compromiso. No vayamos tan lejos... pedirme confirmar algún plan de fin de semana y que el plan dependa de mí, me pone en una de las situaciones más incómodas de mi persona.
Simplemente soy una de esas personas que si no siente la libertad de escoger quién ser, dónde estar, con quién estar y qué hacer, en el preciso instante, se frustra. Todo esto, por la sensación de que tal vez algo mejor por hacer se presente, y mis manos y pies ya estén atados a algún otro compromiso. Aún así me pase meses de meses, deseando tener algo casi inalcanzable, el instante en que lo obtengo y se vuelve real, mi actitud cambia.
Sin embargo, después de años de pensar que en serio tenía cierto problema, me di cuenta que llevo en mi vida varios compromisos de los cuales nunca me he quejado. Comencemos por mi afición al teatro. Soy capaz de invertir horas, con un horario fluctuante, en donde nunca sé hasta donde podré 'perderme' de otros eventos, en ayudar a realizar ciertos montajes de teatro. Doy mi palabra de que estaré las horas necesarias, pase lo que pase. Un compromiso casi diría ciego. Algo parecido pasa cuando estoy en algún proceso musical propio, o cuando sé que tengo partidos de Hockey, o cuando trabajo en el verano mientras que mis amigos están seguramente divirtiéndose haciendo otras cosas por ahí.
Lo cual me lleva a pensar... ¿es lo que se llama falta de compromiso, simplemente una falta de agrado? ¿Podría ser, acaso, dejar de lado algo, romper compromisos, escaparte de algunos futuros, una manera en que uno separa lo que realmente le gusta de lo que, tal vez, no le agrade tanto?
Es cierto, prefiero no comprometerme en nada. No estoy segura si lo que me ofrecen me va a gustar. Puedo tantear la situación a ver si tal vez me jala un poco, pero no daré ni medio pelo por ello. Pero si algo me llega a engatusar, tengan por dado que lo cogeré por las bolas y mi compromiso será pleno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario