Al escribir un tercer poema en castellano, me di cuenta que todo lo que escribo en castellano me sale casi como un reflejo o reacción emocional, sin querer, sin pensar mucho en lo estético o artístico, sino más como un vómito no intencional. Cada vez que escribo una canción, que suele ser en inglés, suelo contar historias, o por lo menos trato, con cierta chispa de osadía; nunca dejándome expuesta, vulnerable. Y por más que, en parte, no me gusta escribir melodramas sentimentales como letras de canciones, tampoco es que pueda hacerlo de manera voluntaria, especialmente sin caer en los clichés. La única manera que parece funcionarme es cuando escribo en el mismo momento en el que siento, y así, escribo sin realmente pensar. Siempre en castellano.
Considero que me expreso tan bien en castellano como en inglés, tal vez hasta mejor en inglés por momentos, pero aún así, creo que mi uso cotidiano del castellano hace que pueda expresarme en esa primera lengua con más normalidad cuando trata de emociones. Desde luego cada vez que me he sentido mal, y he querido desahogarme con alguien, lo hago hablándoles en castellano. Podría contar en una sola mano las veces que lo he hecho en inglés, y me sobrarían los dedos. Supongo que algo tendrá que ver con todo esto de escribir.
Aprendí el inglés como contando o escribiendo historias, aprendí el castellano viviendo emociones.
Así, sin pretender lo artístico, el tercero:
Después de días,
En duro testarudo que a uno mismo engaña,
Solté, frustrada,
Por causa de, sin nada,
Pequeña gota de llovizna, tras cual
Sueños de tormenta,
Avisa.
Así, sin pretender lo artístico, el tercero:
Después de días,
En duro testarudo que a uno mismo engaña,
Solté, frustrada,
Por causa de, sin nada,
Pequeña gota de llovizna, tras cual
Sueños de tormenta,
Avisa.
La lengua materna (ojo, no se le llama paterna), es la lengua de nuestras emociones y afectos. En tu caso, el inglés es el idioma de la razón. En él o a través de él has adquirido la mayor parte de tus conocimientos académicos. Me encantó tu entrada y la poesía sin pretensiones artísticas.
ResponderEliminarIba a escribirte algo parecido al comentario de Marco, creo que eso lo explica todo.
ResponderEliminarPreferiré siempre la emoción a la razón.